Dónde fueron los ideales de aquellos hombres
que soportaron torturas y penas de cárcel
por las acusaciones falsas de los esbirros del poder.
Seres a los que no dejaban dormir
con lo bien que dormían sus conciencias.
Seres que malcomieron un poco de sopa al día
para mitigar el hambre de unos trabajos
que ni el propio Hércules podría acometer.
Seres que vistieron calcetines rotos y abrigos gastados
para combatir un frío que les congelaba el alma.
Dime que sus sacrificios no fueron en balde,
que castigos, depuraciones y largas condenas
sirvieron para algo más que para sufrir.
Por todos aquellos que dieron su vida
por un trabajo digno,
el cuidado de los enfermos
o un salario que llegue a fin de mes;
aunque su entrega no sea reconocida
y sus victorias usurpadas
por los traidores que mancharon de sangre
las ilusiones de una generación.
José Rincón
En recuerdo de todos los que han sido y son perseguidos por la maquinaria del Estado, por cualquier tipo de maquinaria.
Las nuevas generaciones no entienden este lenguaje. No saben de qué hablas y qué cuentas. ¿ Qué hombres? ¿ quién sufrió penas de cárcel? ¿ Eso pasó alguna vez?
Hay también,desgraciadamente, un alzheimer generacional e histórico.