Feeds:
Entradas
Comentarios

Posts Tagged ‘Poemas’

Toda la vida recordaré

cosas milagrosas que dijiste

cosas que no echaré al olvido hasta que muera;

pero tus adorables gestos, cien veces repetidos,

la inclinación de la barbilla al reír, el giro de la cabeza

que tanto me gustaba, que conocía tan bien

se fueron ¡ay! mientras me alimentaba a fuerza de soñarlos.

 

Palabras que el tiempo no desgasta son el estribillo de mi vida

las imágenes sin embargo vuelan.

Lo que quedó por aprehender hasta que volviera a verte

‒la curva cerrada de tu boca, tu ceño donde yace la sombra‒

son las cosas que trato de apresar en vano,

y he olvidado tus ojos

y el modo en que dibujaba bucles tu pelo mojado por la lluvia.

 

Kathleen Coates

Read Full Post »

Vivirás con dolor. En el cielo

en el cielo el sol resplandece,

y la Virgen le dice su nombre,

le acuesta, le duerme.

 

En la playa está el mar como el niño

está en el pesebre,

y la Virgen no mueve las olas:

el viento las mueve.

 

En la tierra está el hombre sufriendo

su vida y su muerte,

y la Virgen le cierra los párpados,

le nace y le muere.

 

Y en Belén de Judá nació un niño

como se hace en el aire la nieve;

le calientan, lamiendo su cuerpo,

la mula y el buey;

 

le calientan, le amparan, le ungen

casi mortalmente,

y la Virgen no mueve su cuna,

el llanto la mueve.

 

Luis Rosales

Read Full Post »

Cántico del destino

Ahora quiero decirte lo que pienso de ti.

Tú sabes que en mis manos está tu Abril intacto.
Yo comprendo tu nombre,
pero no te recuerdo
porque no puedo suscitar la presencia de ese agua súbita, inasible,
que persiste en el abandono cándido de las conchas.
Como eres la mujer no puedo imaginarte.
Voy pensando en las cosas para soñar contigo,
porque no puedo representar plásticamente el viento, que en
las playas va esparciendo amoroso la arena enloquecida.
Tú estás en la serena ordenación que despierta tu paso.
Tú eres lo que persiste en el abandono de la
presencia amada.
Tú eres lo que nos queda después de la visión aromando los
ojos.
Tú la sola caricia que persevera y canta
su asombro de mujer, que define la ausencia.
Porque tú eres la siesta del corazón,
tú sientes el temblor de la sangre en la piel convencida,
tú incorporas el mundo y das paciencia al sueño,
y mirarte es sentir que me pierdo en la sombra,
que me nacen violetas en los ojos y muero,
y mueres tú, y el mundo se privilegia en lluvia,
y creemos y somos hermanos en la nada.

Pero tú eres también esa oscura angustia ante la cual el mar
se siente solo.
Tú eres esa dulzura que convierte mis manos en pájaros
dormidos.
Tú insistes en los ojos como insiste la nieve diluyendo el color
por la gracia del agua.
Tú eres la caridad sin esfuerzo del número que agota en la
presencia su sentido.
Tú eres paisaje limpio como incienso quemado para aromar
mis ojos.
Tú eres temblor y arroyo que desposa de nieve el tránsito del
agua del sueño a la locura.
Tú llevas en la frente esa triste impaciencia de
cielo castellano
que suprime la tierra, la sangre, los caminos.
Y tú eres, finalmente, ese misterio de las cosas claras que
convencen con la presencia.

Luis Rosales

Read Full Post »

Sé que unas islas hay al sur de todo
donde hay paisajes que no puede haber.
Cual terciopelo son, bellas al modo
del tejido que el mundo puede ser.

Lo sé bien. Espesuras frente al mar,
coral, declives, todo lo que es vida
tornado amor y luz, lo que el soñar
da a la imaginación anochecida.

Lo sé. Lo veo todo. El mismo viento
que del follaje agita allí el torpor
acaricia al pasar mi pensamiento
y el pensamiento juzga que es amor.

Sí lo sé, es bello, es luz, es imposible,
tiene color, existe y duerme, sí;
y, aunque tal vez no exista, es tan visible
que es una parte natural de mí.

Lo sé todo, sí, todo. Y sé también
que no es allí donde hay lo que allí está.
La luz de ese paisaje sé muy bien,
y por qué mar podemos ir allá.

Fernando Pessoa.

Read Full Post »

Reniego, lápiz partido

Reniego, lápiz partido,
Todo cuanto deseé.
Y no soñé ser servido
De ir a donde nunca iré.

Paje embutido en harapos
Del triunfo que otros tuvieron,
Yo podré amar estos trapos
Por ser cuanto a mí me dieron.

Sabré, príncipe mendigo,
Coger, con la buena gente,
Entre el ondear del trigo
La amapola inteligente.

Fernando Pessoa

Read Full Post »

Llueve en silencio

Llueve en silencio, que esta lluvia es muda
y no hace ruido sino con sosiego.
El cielo duerme. Cuando el alma es viuda
de algo que ignora, el sentimiento es ciego.
Llueve. De mí (de este que soy) reniego…

Tan dulce es esta lluvia de escuchar
(no parece de nubes) que parece
que no es lluvia, mas sólo un susurrar
que a sí mismo se olvida cuando crece.
Llueve. Nada apetece…

No pasa el viento, cielo no hay que sienta.
Llueve lejana e indistintamente,
como una cosa cierta que nos mienta,
como un deseo grande que nos miente.
Llueve. Nada en mí siente…

Fernando Pessoa

Read Full Post »

Mujer el mundo está amueblado por tus ojos
Se hace más alto el cielo en tu presencia
La tierra se prolonga de rosa en rosa
Y el aire se prolonga de paloma en paloma
Al irte dejas una estrella en tu sitio

Dejas caer tus luces como el barco que pasa
Mientras te sigue mi canto embrujado
Como una serpiente fiel y melancólica
Y tú vuelves la cabeza detrás de algún astro
¿Qué combate se libra en el espacio?

Esas lanzas de luz entre planetas
Reflejo de armaduras despiadadas
¿Qué estrella sanguinaria no quiere ceder el paso?
En dónde estás triste noctámbula
Dadora de infinito
Que pasea en el bosque de los sueños
Heme aquí perdido entre mares desiertos
Solo como la pluma que se cae de un pájaro en la noche
Heme aquí en una torre de frío
Abrigado del recuerdo de tus labios marítimos

Del recuerdo de tus complacencias y de tu cabellera
Luminosa y desatada como los ríos de montaña
¿Irías a ser ciega que Dios te dio esas manos?
Te pregunto otra vez
El arco de tus cejas tendido para las armas de los ojos

En la ofensiva alada vencedora segura con orgullos de flor
Te hablan por mí las piedras aporreadas
Te hablan por mí las olas de pájaros sin cielo
Te habla por mí el color de los paisajes sin viento
Te habla por mí el rebaño de ovejas taciturnas 3
Dormido en tu memoria
Te habla por mí el arroyo descubierto
La yerba sobreviviente atada a la aventura
Aventura de luz y sangre de horizonte
Sin más abrigo que una flor que se apaga
Si hay un poco de viento
Las llanuras se pierden bajo tu gracia frágil
Se pierde el mundo bajo tu andar visible
Pues todo es artificio cuando tú te presentas
Con tu luz peligrosa

Inocente armonía sin fatiga ni olvido
Elemento de lágrima que rueda hacia adentro
Construido de miedo altivo y de silencio

Haces dudar al tiempo
Y al cielo con instintos de infinito
Lejos de ti todo es mortal
Lanzas la agonía por la tierra humillada de noches
Sólo lo que piensa en ti tiene sabor a eternidad
He aquí tu estrella que pasa
Con tu respiración de fatigas lejanas

Con tus gestos y tu modo de andar
Con el espacio magnetizado que te saluda
Que nos separa con leguas de noche
Sin embargo te advierto que estamos cosidos
A la misma estrella

Estamos cosidos por la misma música tendida
De uno a otro
Por la misma sombra gigante agitada como árbol
Seamos ese pedazo de cielo
Ese trozo en que pasa la aventura misteriosa
La aventura del planeta que estalla en pétalos de sueño
En vano tratarías de evadirte de mi voz
Y de saltar los muros de mis alabanzas
Estamos cosidos por la misma estrella
Estás atada al ruiseñor de las lunas

Que tiene un ritual sagrado en la garganta

Qué me importan los signos de la noche
Y la raíz y el eco funerario que tengan en mi pecho
Qué me importa el enigma luminoso
Los emblemas que alumbran el azar
Y esas islas que viajan por el caos sin destino a mis ojos
Qué me importa ese miedo de flor en el vacío
Qué me importa el nombre de la nada
El nombre del desierto infinito
O de la voluntad o del azar que representan
Y si en ese desierto cada estrella es un deseo de oasis
O banderas de presagio y de muerte
Tengo una atmósfera propia en tu aliento
La fabulosa seguridad de tu mirada con sus constelaciones íntimas
Con su propio lenguaje de semilla

Tu frente luminosa como un anillo de Dios
Más firme que todo en la flora del cielo
Sin torbellinos de universo que se encabrita
Como un caballo a causa de su sombra en el aire
Te pregunto otra vez

¿Irías a ser muda que Dios te dio esos ojos?
Tengo esa voz tuya para toda defensa
Esa voz que sale de ti en latidos de corazón
Esa voz en que cae la eternidad
Y se rompe en pedazos de esferas fosforescentes

¿Qué sería la vida si no hubieras nacido?
Un cometa sin manto muriéndose de frío
Te hallé como una lágrima en un libro olvidado
Con tu nombre sensible desde antes en mi pecho
Tu nombre hecho del ruido de palomas que se vuelan

Traes en ti el recuerdo de otras vidas más altas
De un Dios encontrado en alguna parte
Y al fondo de ti misma recuerdas que eras tú
El pájaro de antaño en la clave del poeta
Sueño en un sueño sumergido

La cabellera que se ata hace el día
La cabellera al desatarse hace la noche
La vida se contempla en el olvido
Sólo viven tus ojos en el mundo
El único sistema planetario sin fatiga
Serena piel anclada en las alturas
Ajena a toda red y estratagema
En su fuerza de luz ensimismada
Detrás de ti la vida siente miedo
Porque eres la profundidad de toda cosa
El mundo deviene majestuoso cuando pasas
Se oyen caer lágrimas del cielo
Y borras en el alma adormecida
La amargura de ser vivo
Se hace liviano el orbe en las espaldas

Mí alegría es oír el ruido del viento en tus cabellos
(Reconozco ese ruido desde lejos)
Cuando las barcas zozobran y el río arrastra troncos de árbol
Eres una lámpara de carne en la tormenta
Con los cabellos a todo viento 120
Tus cabellos donde el sol va a buscar sus mejores sueños
Mi alegría es mirarte solitaria en el diván del mundo
Como la mano de una princesa soñolienta
Con tus ojos que evocan un piano de olores
Una bebida de paroxismos
Una flor que está dejando de perfumar
Tus ojos hipnotizan la soledad
Como la rueda que sigue girando después de la catástrofe
Mi alegría es mirarte cuando escuchas
Ese rayo de luz que camina hacia el fondo del agua

Y te quedas suspensa largo rato
Tantas estrellas pasadas por el harnero del mar
Nada tiene entonces semejante emoción
Ni un mástil pidiendo viento
Ni un aeroplano ciego palpando el infinito
Ni la paloma demacrada dormida sobre un lamento
Ni el arcoíris con las alas selladas
Más bello que la parábola de un verso
La parábola tendida en puente nocturno de alma a alma
Nacida en todos los sitios donde pongo los ojos

Con la cabeza levantada
Y todo el cabello al viento
Eres más hermosa que el relincho de un potro en la montaña
Que la sirena de un barco que deja escapar toda su alma
Que un faro en la neblina buscando a quien salvar
Eres más hermosa que la golondrina atravesada por el viento
Eres el ruido del mar en verano
Eres el ruido de una calle populosa llena de admiración
Mi gloria está en tus ojos
Vestida del lujo de tus ojos y de su brillo interno

Estoy sentado en el rincón más sensible de tu mirada
Bajo el silencio estático de inmóviles pestañas
Viene saliendo un augurio del fondo de tus ojos
Y un viento de océano ondula tus pupilas
Nada se compara a esa leyenda de semillas que deja tu presencia

A esa voz que busca un astro muerto que volver a la vida
Tu voz hace un imperio en el espacio
Y esa mano que se levanta en ti como si fuera a colgar soles en el aire
Y ese mirar que escribe mundos en el infinito
Y esa cabeza que se dobla para escuchar un murmullo en la eternidad
Y ese pie que es la fiesta de los caminos encadenados
Y esos párpados donde vienen a vararse las centellas del éter
Y ese beso que hincha la proa de tus labios
Y esa sonrisa como un estandarte al frente de tu vida
Y ese secreto que dirige las mareas de tu pecho
Dormido a la sombra de tus senos

Si tú murieras
Las estrellas a pesar de su lámpara encendida
Perderían el camino
¿Qué sería del universo?

Vicente Huidobro (Altazor, Canto II)

Read Full Post »

El lenguaje del cielo

El lenguaje del cielo está plagado

de signos invisibles,

de palabras que nunca

conseguiremos pronunciar.

 

La luz inesperada,

la mano imprevisible,

todo eso que se nos da por añadidura

como un tiempo

que está fuera del tiempo

quizá sea la única porción de eternidad

que aún está a nuestro alcance.

 

Las cosas nos ofrecen lo mejor de sí mismas.

En la vidas que amparan hay un orden del mundo.

 

Basilio Sánchez

Read Full Post »

No hay azafrán ni clavo,

no hay canela ni vino para el láudano.

 

El dolor verdadero,

igual que la alegría verdadera,

forma parte de un patrimonio íntimo

que no nos es posible compartir.

 

No he paseado nunca con mi herida

por ninguno de los jardines que conozco.

 

La herida es el eclipse que revoca la luz,

la herida es la distancia

que nos convierte en extranjeros.

 

En el dolor no hay pájaros,

sólo dioses hablando con los dioses.

 

Basilio Sánchez

Read Full Post »

Con el tiempo me he vuelto silencioso

como el carbón de una estufa.

 

Desde hace algunos años, me encomiendo

a los pájaros mudos

y a los hombres

que hicieron del sigilo su ciudad en la tierra.

 

El silencio es un océano en calma

que permite que afloren

como islas

o como promontorios

los pequeños sonidos de las cosas,

sus músicas secretas.

 

El silencio le deja a cada uno llegar a ser quien es.

El silencio es la elegancia absoluta.

 

Basilio Sánchez

Read Full Post »

Older Posts »