Anoche cuando dormía

Anoche cuando dormía
soñé ¡bendita ilusión!
que una fontana fluía
dentro de mi corazón.
Dí: ¿por qué acequia escondida,
agua, vienes hasta mí,
manantial de nueva vida
en donde nunca bebí?

Anoche cuando dormía
soñé ¡bendita ilusión!
que una colmena tenía
dentro de mi corazón;
y las doradas abejas
iban fabricando en él,
con las amarguras viejas,
blanca cera y dulce miel.

Anoche cuando dormía
soñé ¡bendita ilusión!
que un ardiente sol lucía
dentro de mi corazón.
Era ardiente porque daba
calores de rojo hogar,
y era sol porque alumbraba
y porque hacía llorar.

Anoche cuando dormía
soñé ¡bendita ilusión!
que era Dios lo que tenía
dentro de mi corazón.

Antonio Machado

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La realidad

La realidad es tan simple y aplastante que no da lugar a más dudas que aquellas que tú y tus necesidades quieran ponerle. Al menos, una vez reconocida la situación, puedes actuar sobre ella o puedes seguir engañándote. Es así de sencillo y contradictorio a la vez.

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¿Mi amor?

¿Mi amor?… ¿Recuerdas, dime,
aquellos juncos tiernos,
lánguidos y amarillos
que hay en el cauce seco?…

¿Recuerdas la amapola
que calcinó el verano,
la amapola marchita,
negro crespón del campo? …

¿Te acuerdas del sol yerto
y humilde, en la mañana,
que brilla y tiembla roto
sobre una fuerte helada? …

Antonio Machado

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Hasta siempre

Echo de menos tantas cosas

que no sabría por dónde empezar.

Podría mencionar a los niños,

su inocencia, su dulzura,

sus rabietas y su paz.

Podría señalar a las compañeras,

su atractivo, su cariño,

su esfuerzo y profesionalidad.

Podría destacar mi dependencia afectiva,

mis amores, mis disputas

y esta tristeza que algún día pasará.

Podría hablar de Rayuela y libros de contabilidad,

pero no se echa de menos el trabajo,

se echa de menos a los demás.

Todo eso que llamamos vida

me lo dio el colegio durante cuarenta años

y, por ahora, ni quiero ni puedo olvidar.

Josedrin

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Desgarrada la nube

Desgarrada la nube; el arco iris
brillando ya en el cielo,
y en un fanal de lluvia
y sol el campo envuelto.
Desperté. ¿ Quién enturbia
los mágicos cristales de mi sueño?
Mi corazón latía
atónito y disperso.
…¡El limonar florido,
el cipresal del huerto
el prado verde, el sol, el agua, el iris!..
¡el agua en tus cabellos!…
Y todo en la memoria se perdía
como una pompa de jabón al viento.

Antonio Machado

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Los rayos de sol, la chica del gran danés, los remordimientos y el amor

Los rayos de sol iluminando la mañana, los pájaros primaverales saludando a las flores del parque, entonando una canción gloriosa a Dios, que, en silencio, nos observa desde algún lugar privilegiado del firmamento. La chica de pelo largo y atuendos hippies pasea un gran danés alrededor del lago. Mercedes ya se levantó, tiene la persiana de la alcoba subida y a mí me gustaría que estuviese conmigo, pero debe estar desayunando sus tostadas de centeno con aceite de oliva y mermelada de cerezas. Al llegar a casa, le propongo dar una vuelta hacia la parte baja del parque donde hay un camino circunvalando los árboles hasta una zona de juegos infantiles. Antes debemos preparar  las vituallas para ir al pueblo, el maquinillo para colgar unos cuadros con las fotografías de los muchachos cuando eran pequeños, unas bayetas y el aspirador para limpiar el coche nuevo. Mientras paseo agradecido a Dios, me acuerdo de esas ocasiones en las que mi comportamiento fue mezquino con algunas personas. Pesar recurrente que no consigo apartar y del que no logro perdonarme. El amor en todas sus facetas lo cubre todo dentro de nuestra existencia, es como un anhelo que, unas veces se posee y otras, se escapa por diversas razones, por nuestras debilidades y, también, porque el interés ajeno  no concuerda con el nuestro. Mercedes me dice que no hay tiempo para paseos y debemos ponernos en camino ya.

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Era una mañana y abril sonreía

Era una mañana y abril sonreía.

Frente al horizonte dorado moría

la luna, muy blanca y opaca; tras ella,

cual tenue ligera quimera, corría

la nube que apenas enturbia una estrella.

Como sonreía la rosa mañana

al sol del Oriente abrí mi ventana;

y en mi triste alcoba penetró el Oriente

en canto de alondras, en risa de fuente

y en suave perfume de flora temprana.

Fue una clara tarde de melancolía.

Abril sonreía. Yo abrí las ventanas

de mi casa al viento… El viento traía

perfume de rosas, dolor de campanas…

Doblar de campanas lejanas, llorosas,

suave de rosas aromado aliento …

… ¿Dónde están los huertos floridos de rosas?

¿Qué dicen las dulces campanas al viento?

Pregunté a la tarde de abril que moría:

¿Al fin la alegría se acerca a mi casa?

La tarde de abril sonrió: La alegría

pasó por tu puerta —y luego, sombría:

Pasó por tu puerta. Dos veces no pasa.       

Antonio Machado

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Bilirrubina

Después de un año, me han dado cita en la consulta de medicina interna. Me ha subido el nivel de bilirrubina, pero la doctora que me ha atendido, al contrario que la del año pasado, ha sido extrovertida y me ha tranquilizado, pues la bilirrubina, como dice la canción, puede subir por causas ajenas al hígado y al páncreas. También me ha quitado los frasquitos de hierro que estoy tomando porque, después de tanto tiempo, mi cuerpo debe ir sintetizándolo solo. Me he puesto tan contento que he ido eufórico por ahí, como ese personaje hipocondriaco de una película de Woody Allen que, tras descartarle el doctor un tumor en la cabeza, va dando saltos de alegría por la calle.

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Las encinas

¡Encinares castellanos
en laderas y altozanos,
serrijones y colinas
llenos de oscura maleza,
encinas, pardas encinas;
humildad y fortaleza!
Mientras que llenándoos va
el hacha de calvijares,
¿nadie cantaros sabrá,
encinares?
El roble es la guerra, el roble
dice el valor y el coraje,
rabia inmoble
en su torcido ramaje;
y es más rudo
que la encina, más nervudo,
más altivo y más señor.
El alto roble parece
que recalca y ennudece
su robustez como atleta
que, erguido, afinca en el suelo.
El pino es el mar y el cielo
y la montaña: el planeta.
La palmera es el desierto,
el sol y la lejanía:
la sed; una fuente fría
soñada en el campo yerto.
Las hayas son la leyenda.
Alguien, en las viejas hayas,
leía una historia horrenda
de crímenes y batallas.
¿Quién ha visto sin temblar
un hayedo en un pinar?
Los chopos son la ribera,
liras de la primavera,
cerca del agua que fluye,
pasa y huye,
viva o lenta,
que se emboca turbulenta
o en remanso se dilata.
En su eterno escalofrío
copian del agua del río
las vivas ondas de plata.
De los parques las olmedas
son las buenas arboledas
que nos han visto jugar,
cuando eran nuestros cabellos
rubios y, con nieve en ellos,
nos han de ver meditar.
Tiene el manzano el olor
de su poma,
el eucalipto el aroma
de sus hojas, de su flor
el naranjo la fragancia;
y es del huerto
la elegancia
el ciprés oscuro y yerto.
¿Qué tienes tú, negra encina
campesina,
con tus ramas sin color
en el campo sin verdor;
con tu tronco ceniciento
sin esbeltez ni altiveza,
con tu vigor sin tormento,
y tu humildad que es firmeza?
En tu copa ancha y redonda
nada brilla,
ni tu verdioscura fronda
ni tu flor verdiamarilla.
Nada es lindo ni arrogante
en tu porte, ni guerrero,
nada fiero
que aderece su talante.
Brotas derecha o torcida
con esa humildad que cede
sólo a la ley de la vida,
que es vivir como se puede.
El campo mismo se hizo
árbol en ti, parda encina.
Ya bajo el sol que calcina,
ya contra el hielo invernizo,
el bochorno y la borrasca,
el agosto y el enero,
los copos de la nevasca,
los hilos del aguacero,
siempre firme, siempre igual,
impasible, casta y buena,
¡oh tú, robusta y serena,
eterna encina rural.

Antonio Machado

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El tiempo

¿Has cambiado y ya no eres el mismo? ¿Será la edad y tus capacidades están mermando? Desde hace muchos años he disfrutado de la lectura de “El amante”, novela que recrea la relación de la escritora Maguerite Duran con su familia y con un chino cuando era apenas una adolescente. Siempre quedé fascinado por su prosa lenta en la que pareciera que los hechos estuvieran ocurriendo en este momento, en una realidad más verdadera y profunda que la actual. Pues bien, he leído el libro de nuevo y no he sido capaz de sentir lo mismo, como si sus frases hubieran perdido ese tiempo mágico y duradero.

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